Entrevista

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LOS SORTILEGIOS DE LA POESIA

Por Diómedes Morales Salazar

P. Alfonso, en términos generales, ¿cuál ha sido la idea de crear y publicar tu segundo poemario "Sortilegios", que diste al público este año?

R. "Sortilegios" es un conjunto de poemas creados durante los dos últimos años. Es un trabajo tranquilo, con una suerte de alfarero, de ahí el poema "Arte Poética" de Javier Heraud en que dice que el poeta es una suerte de alfarero de la palabra. Y "Sortilegios" es eso, he ido creando los poemas poco a poco y después he ido tallándolos y dándoles forma, puliendo quizás un poco, en la medida de que no desdibuje la idea original y que termine trastocado del sentimiento del que nació. "Sortilegios" fue presentado en la Cuarta Feria del Libro y en la Casa de la Emancipación. Gracias a Dios, hay buenas opiniones de él y son poemas dedicados a la vida, al tema existencial, a la mujer, hay un capitulo referido a las filialidades, a este amor filial, a este amor en familia; hay otro capítulo referido al espejo, que son poemas hechos en tercera persona, pero que también son una suerte de espejo, contando historias, propias y ajenas, pero que tienen mucho del alma del poeta.

P. El público lector seguramente se pregunta o tiene la inquietud de saber por qué lleva el libro el nombre de "Sortilegios" y por qué también tu primer libro se llamó "Catarsisphylia"?

R. Empecemos por el primero. En el 2005 publiqué "Catarsisfilia", que es un libro de 20 poemas, el nombre etimológicamente significa "amor a la catarsis", y nace como producto del ejercicio poético. Para mí escribir es una suerte de catarsis, una suerte de artilugio que te permite seguir sobrellevando esta vida tan compleja, tan acelerada en la que vivimos hoy día, y de la cual nadie puede escaparse. Entonces, algunos tienen su manera de desfogar, unos se van de paseo, otros se van a bailar, pero este servidor lo que hace es escribir y así puede levantarse al día siguiente y decir aquí estoy y venga la vida encima...

P. ¿Y "Sortilegios"...?

R. Y "Sortilegios", me demoré un poco para encontrar el nombre, tenía que ser algo que tenga relación con "Catarsisfilia", porque los poemas tienen el mismo corte. En realidad sí son poemas mucho más trabajados que los del primer libro, ahí hay un trabajo mayor de alfarería y entonces me costó ubicar un nombre hasta que hice un poema que hablaba del arte poética, que hablaba de lo conflictiva que es la vida, de amanecer cada mañana y sentir las ganas de seguir traginando, y hay un verso que dice "Estos sortilegios para seguir con vida", entonces inicialmente el libro debió llamarse así, después, por algunas recomendaciones, me sugiriéron que suprima el apellido y lo deje sólo con el nombre, y se quedó con "Sortilegios".

P. Ese nombre, "Sortilegios", puede sugerir al lector que el poeta podría tener cierta influencia de la quiromancia, puesto que el título es apropiado para ese tipo de arte. Y además hay un bolero de Lucho Barrios que dice: "Entre naipes y pañuelos de colores/ practicabas tus dañosas brujerías/ y en pago del hechizo te cobraste/ llevándote mi amor con brujerías./ Sortilegios no..., etc., etc. Así, ¿tiene algo de eso el libro o es simplemente un nombre que quiere determinar una poética existencialista?

R. Es un nombre que se refiere a toda esta suerte de la magia de la poesía, del artilugio, de esa trampa que le hacemos a la vida para poder seguir. No creo que tenga relación con cartomancia, quiromancia y demás hechicerías, pero creo que en un sentido general sí, porque el hacer poesía para mí es una suerte de truco, es esa carta bajo la manga que tienes para seguir traginando, para seguir luchando por lo que quieres, por tu familia, por lo que te gusta hacer cada día.

P. Te has referido ya a que tu poesía tiene influencia existencialista, por ser cotidiana, apropiada para los quehaceres de la vida, ¿crees que el existencialismo en la poesía es positivo o negativo, y en cuál de estas dos vertientes te ubicarías?

R. Bueno, si se trata de ubicarse en alguna vertiente, ya que lo mencionas, la poesía de "Sortilegios" tiene mucho de este existencialismo positivo del que hablas, que te grafica la problemática, la complejidad del momento en que uno puede estar sufriendo o puede estar sobreviviendo la caoticidad, si es que vale el término, de la vida, pero que siempre está la esperanza ahí presente, de que las cosas pueden cambiar, de que uno puede hacer algo para que eso cambie, para no dejarse undir en la depresión y seguir batallando. Entonces, "Sortilegios", en el plano existencial, se refiere a eso, a la existencia y al amor por la vida. No por undirse, por dejarse absorver por los problemas, por la depresión, por el estrés que está tan de moda hoy en día, sino porque la poesía se convierta en el instrumento para poder sobrellevar todo esto. Para salir del estrés y respirar, y gozar de las cosas sencillas de la vida.

P. Ahora, como liberteño, conoces, estoy seguro, a algunos escritores de acá, ¿con cuál de los poetas, tanto generacionales como actuales, te identificas?

R. He leído a los escritores de Cuadernos Trimestrales de Poesía, como Marco Antonio Corcuera, Eduardo Gonzales Viaña, Teodoro Rivero Ayllón, entre otros, que son con los que todavía departimos el quehacer literario. Asimismo, con los del Grupo Literario "Nuevo Amanecer", como Bethoven Medina y otros; y de los nuevos está el Grupo RenaSer, formado por Manuel Medina, entrañable amigo; además están César Olivares, Luis Eduardo García, que es un referente muy especial en poesía; también David Novoa. Poetas liberteños tenemos muchos y de gran valía, pero qué pena que no los leámos ni los conoscamos. Yo, a pesar de llevar a cuestas ya casi cuarenta años, recién tengo algún tipo de roce con el ejercicio literario; en todo caso, con quienes también ejercen esta labor, en poesía o narrativa. Antes era un simple aficionado que escribía para leerme yo mismo, valga la redundancia.

P. Como poeta supongo que conoces la problemática de la literatura regional, que se invierte para publicar y sin embargo los lectores son muy pocos, ¿cómo hacer entonces para que el público lector sea más accesible a la literatura liberteña?.

R. Ese es un problema que lo he vivido en carne propia. Cuando publiqué "Catarsisfilia" costó tocar puertas; fue una publicación que salió así, a puro punche. Y publicar este año "Sortilegios", también le cuesta a uno su sencillo, y que no es tan sencillo, entonces pues es una odisea publicar, porque quien no tiene dienero o no tiene relaciones no lo va ha poder hacer nunca. ¿Cómo solucionar esto? Yo creo que deben crearse mecanismos. El Plan Lector de Literatura Regional, que instauró Blasco Bazán cuando fue gerente del Gobierno Regional, fue un paso importante, y ahora queda a los docentes pedir, solicitar a sus alumnos que lean tanto poesía como narrativa liberteña. Hay algunos colegios que todavía están reacios a eso. A mí me pasó en el colegio de mis hijas, donde pedían autores limeños y extranjeros, pero no autores regionales, que también son de primerísimo nivel, pero en ese colegio los desdeñaban o simplemente los ignoraban.

P. Finalmente, como escritor liberteño, ¿qué llamado le harías al público para que se interese en la literatura regional?

R. Primero, pedirles que lean. Empezemos por ahí; lamentablemente tenemos una costumbre lectora muy venida a menos, sobre todo en la última década. Entonces, si cuando compramos un periódico sólo leemos los deportes y la página sociales, menos vamos a pedir a una persona que lea un libro, y menos aún le vamos a pedir que lea poesía o cuento. Entonces, primero hay que concientizar a los padres, a los maestros, para que se inculque en los niños el hábito a la lectura. De tal manera que puedan conocer a los escritores liberteños y se empapen de esa trasmisión de sentimientos, del bagaje cultural nuestro, y pueda ir renaciendo la necesidad de adquirir obras literarias regionales para conocer más lo nuestro, y ser así mejores trujillanos, mejores liberteños. Todo depende de los padres y maestros.

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