El bullicio de la calle y los pasos veloces
No impiden que la escritora del jirón Gamarra
Se sumerja en su inspiración
Allí sentada con papeles sobre los muslos
Con un lápiz empuñado sin sosiego
Escribe largas historias de su vida que dejó sin sueños
Con la cabeza rapada y el traje desaliñado
Escribe en un idioma que el mortal común jamás comprenderá
Carga en los ojos la crudeza de la miseria
Pero esboza mientras grafía sonrisas esquivas
Su vida pende de los hilos de su escritura ininteligible
Balbucea historias circulares
Arañando resquicios de cordura
La gente transita impertérrita
La escritora cansada dobla su papel
Camufla su bolígrafo
Se acuesta sobre la vereda
Y en posición fetal
Como una niña se vuelve a dormitar
No impiden que la escritora del jirón Gamarra
Se sumerja en su inspiración
Allí sentada con papeles sobre los muslos
Con un lápiz empuñado sin sosiego
Escribe largas historias de su vida que dejó sin sueños
Con la cabeza rapada y el traje desaliñado
Escribe en un idioma que el mortal común jamás comprenderá
Carga en los ojos la crudeza de la miseria
Pero esboza mientras grafía sonrisas esquivas
Su vida pende de los hilos de su escritura ininteligible
Balbucea historias circulares
Arañando resquicios de cordura
La gente transita impertérrita
La escritora cansada dobla su papel
Camufla su bolígrafo
Se acuesta sobre la vereda
Y en posición fetal
Como una niña se vuelve a dormitar
3 comentarios:
Propias dimenciones...
realidades tan cercanas que muchas veces uno no las ve
En el alma de los escritores existe desborde incontrolable de emociones y percepciones del mundo irreal y real... gracias por los poemas compartidos.
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